Esta pieza se nutre de varios movimientos como el happening, el fluxus, el arte corporal, el arte performativa y arte conceptual. El cuerpo es mucho más que el volumen que perfila la piel, sino que es un lugar que se puede ampliar fuera de sus propios límites físicos convirtiéndolo en experiencias ilimitadas. La presencia del cuerpo se construye en relación con este flujo de ampliación de la presencia y la no presencia a través de la proyección; tanto interna como externa a partir de la extensión del cuerpo físico producido por las relaciones que se producen entre la pieza, el cuerpo, la huella, la luz y las nuevas formas que se generan. La acción performativa dependerá del individuo y de su identidad. Entendiendo la huella plasmada y proyectada, como parte de una individualidad del ser y una extensión de este. Una impronta de un instante, que, aunque es inmutable por estar ligado a un momento concreto, no existieran dos iguales. Por consiguiente, en la acción me refiero a la huella
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